jueves, 3 de julio de 2008

DE SEDE DEL AYUNTAMIENTO DE SAN LORENZO A CASA DE LA CULTURA.


La Casa de la Cultura de Tamaraceite es un punto obligado cuando hablamos de Tamaraceite y el antiguo Ayuntamiento de San Lorenzo. Tamaraceite, aunque a lo largo del tiempo ha tenido mayor número de habitantes que San Lorenzo, dependió durante un periodo, jurisdiccional y religiosamente de esta última. En principio la sede del ayuntamiento fue el edificio donde actualmente están los archivos parroquiales de San Lorenzo, que anteriormente había sido una escuela real. Sobre 1850, los archivos municipales cambian de ubicación, pasando a ocupar un inmueble que anteriormente fue casa de los Betancores en la Carretera General de Tamaraceite, donde actualmente está la Casa de la Cultura. Este edificio pasó a ser posteriormente sede del juzgado, cuartelillo de la policía, edificio de correos y oficinas de la policía local.
Las Palmas formaba un solo ayuntamiento y en los pueblos había un alcalde pedaneo que era el delegado del corregidor, encargados de ejecutar sus órdenes y con atribuciones muy limitadas.
Fue a comienzos del S. XIX cuando se formaron los actuales ayuntamientos, entre los que estaba el Ayuntamiento de San Lorenzo, ya que hasta ese momento la infraestructura municipal insular se hallaba centralizada en el cabildo o ayuntamiento único. El 20 de junio de 1843 en Orden Circular dada por el Sr. Gobernador de la provincia con fecha 6 de junio y en el Boletín Oficial número 4 publicado el 14 de junio de ese mismo año, tiene la confirmación como municipio el Ayuntamiento de San Lorenzo.
Con la llegada de la dictadura del General Primo de Rivera y por los años 1922 a 1928, el Ayuntamiento de San Lorenzo se encuentra incómodo ya que el Ayuntamiento de Las Palmas intenta llegar hasta las inmediaciones de Guanarteme, en la desembocadura del barranco de Tamaraceite. Los concejales del Ayuntamiento de San Lorenzo estaban de desacuerdo con esta petición y solicitaron al Ayuntamiento de Las Palmas que se realizara un nuevo deslinde para evitar enfrentamientos.
Recordamos que el Ayuntamiento de San Lorenzo llegaba por el norte hasta Tinoca, Costa Ayala y Las Canteras, cerca de lo que ahora es la calle Bernardo de la Torre. Por el este llegaba hasta Guanarteme, Arenales, la Minilla, Escaleritas (antes llamada “El Polvo” por ser una gran explanada de arena y tierra), Schamánn, Rehoyas Bajas y Lomo Apolinario hasta La Calzada. Por el sur los límites estaban en Siete Puertas, Vizcaína y Pinar de Ojeda y por el oeste Espartero, El Álamo, Barranco Lezcano y Barranco de Tenoya hasta el mar.
Años más tarde, durante la Guerra Civil, comenzaron de nuevo los problemas para este ayuntamiento. Desde aproximadamente el mes de abril de 1.936 hasta el mes de julio del mismo año fue alcalde don Juan Machado que es destituido por la fuerza el 18 de julio de 1936 y encarcelado junto a varios miembros de su corporación. Tras un consejo de guerra fue uno de los fusilados durante la dictadura, por sus ideas políticas, el 29 de marzo de 1937.
El 27 de octubre de1937 los concejales Hernández Ramos, González Armas y Correa Viera elevaron al Ayuntamiento de Las Palmas una proposición de agregación del Ayuntamiento de San Lorenzo al de Las Palmas. El alcalde de Las Palmas, por esos años, Don Diego Vega Sarmiento vio con agrado lo que sus compañeros ediles le proponían y nombra una gestora de 15 personas al efecto. El proceso continúa y el 30 de octubre de 1937 sale en el Boletín Oficial la solicitud hecha por el Ayuntamiento de Las Palmas.
En esta época era alcalde de San Lorenzo Don Antonio Mateo Cubells y no estaba de acuerdo con la agregación pero deja el cargo el 14 de octubre de 1937 y es nombrado Don Antonio González Cabrera, vecino de Tamaraceite y de profesión importador, como su sucesor. Éste ordena el 2 de noviembre de 1937 en una sesión ordinaria que se diera lectura de la propuesta formulada por el Ayuntamiento de Las Palmas y que se inscribiera en el libro de actas. El alcalde manifestaba: “que el acuerdo que se adopta entraña una enorme responsabilidad ante el pueblo, pues se trata de mantener o torcer el cauce de su vida administrativa, manteniéndola independiente o agregándose íntegramente al de Las Palmas, aunque es de los que cree que los momentos nacionales son de eliminar rebeldías y prejuicios y con conciencia noble y limpia abordar todos los problemas por difíciles y espinosos que sean; también estima que la personalidad de un pueblo no desaparece por unir sus destinos a otro con más amplitud de vida y con más medios factibles de encauzar y resolver nuestros problemas. Una agricultura empobrecida es el blanco de los tiros tributarios de ésta y similares municipios descansando sobre ella el peso ya insoportable de crecidos Repartimientos de Utilidades cuya efectividad encuentra serios obstáculos y muchas veces deja huellas dolorosas en los hogares pobres. Esta presidencia está convencida de la absoluta conveniencia de aceptar la agregación total que nos brinda Las Palmas, ya que espera que esta unidad fortalezca nuestra economía y nos traiga múltiples reformas que por nuestros medios no podríamos afrontar”...”Además Las Palmas nos esgrime el argumento de la anexión de las barriadas de Guanarteme y Schamánn y ya supondrán los señores ediles lo que para nosotros supondría está pérdida, nuestra anulación desde todos los puntos de vista, quedando un término reducido y pobre, sin medios suficientes y con la mínima significación pública y administrativa”.
El 30 de noviembre de 1937 ordena el alcalde que se ratifique el acuerdo tomado por el Ayuntamiento de Las Palmas, ya que según él no se había opuesto el pueblo de San Lorenzo.
El 21 de enero de 1938 es destituido el alcalde por el Gobernador Civil y nombra a Don Juan Suárez, industrial y vecino de Tamaraceite.
El 17 de febrero de 1938 el Cabildo Insular da su conformidad a la agregación y el Ayuntamiento de Las Palmas eleva un escrito al Ministerio de la Gobernación para solicitar la aprobación de la agregación.
El alcalde Don Juan Suárez sigue en el poder hasta el 5 de septiembre de 1939, fecha en que fue destituido para ser nombrado Don Juan Ramírez Ramírez, agricultor y vecino de Tamaraceite, que primero fue teniente alcalde. Al cabo de un mes, el 30 de noviembre de 1939 se comunica por parte de la Subsecretaría del Ministerio de la Gobernación la resolución del expediente de la agregación del Ayuntamiento de San Lorenzo al de Las Palmas, que a partir de este momento pasa a denominarse Las Palmas de Gran Canaria.
El 20 de diciembre de 1939 envía el Gobernador Civil un oficio comunicando la Orden de agregación al Ayuntamiento de San Lorenzo que el día siguiente celebra sesión extraordinaria y se da lectura al oficio.
El 30 de diciembre de 1939 se celebra la última sesión de la Sala Capitular del Ayuntamiento de San Lorenzo, sita en la Carretera General de Tamaraceite, con la participación del Interventor de Fondos Don José Blanco Martín para saldar y traspasar el saldo al Ayuntamiento de Las Palmas de G.C.. Esta fue firmada por el alcalde Don Juan Ramírez y los concejales Don Manuel Hernández Jiménez vecino de San Lorenzo, Don Juan Cárdenes Martínez, teniente de alcalde, agricultor y vecino de Los Tarahales y Don Manuel Macías López vecino de Tenoya. Actuó como interventor Don José Blanco Martín y Don José Bolaños Martínez, como secretario accidental y fue el que hizo la diligencia final rubricando el último Libro de Actas del Ayuntamiento de San Lorenzo.
Hay muchas teorías entre la gente del pueblo sobre la agregación al Ayuntamiento de Las Palmas. Sin descartar que hubiese algún interés económico de por medio, lo cierto es que San Lorenzo se agregó al Ayuntamiento de Las Palmas en una época difícil ya que coincidió en plena guerra civil y muchos de los que tenían en sus manos el poder hacer algo las tenían “cogidas” porque todos tenían algún familiar o conocido en el frente y nadie se atrevía a protestar.
Cuenta José Angel Moreno Ramírez en un artículo en El Eco de Canarias, que cuando llegó el momento de la entrega del municipio fueron al Gobierno Civil vestidos con el uniforme de Falange, Don Juan Ramírez, Don Bartolomé Hernández y Don Manuel Hernández. Don Bartolomé Hernández tomó la palabra en el despacho del gobernador y diciendo: “Mire Sr. Gobernador, nosotros no queremos tener responsabilidades, porque eso es entregar un pueblo a otro y nosotros no queremos que nadie se lleve mal con nosotros”. El Gobernador le preguntó: “¿Ustedes son falangistas?. Don Bartolomé le respondió: ”naturalmente”. Agrega el Gobernador: “pues ningún falangista puede tener miedo, lo hecho, hecho está”.
Pónganse en el lugar de estas personas, con la presión del momento político y social que estaban viviendo. Si a esto le unimos que el Gobernador llamó en alguna ocasión a otro concejal para que no se opusiera a la Orden dada por él mismo, la agregación estaba “cantada”.

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