miércoles, 6 de julio de 2011

La primera "regla" de los maestros de antes del Adán

Doña Mirian, Sta Ester, Don Juan Roque y Don Calixto.
Doña Miriam nos impuso, allá por aquellos lejanísimos tiempos de los
años setenta, la primera de sus reglas: Un listón de madera, de unos
cuarenta centímetros, que para listones nosotros, y que parecía provenir
de un tapajuntas de alguna puerta. Era de color oscura, bien barnizada,
de unos cinco centímetros de ancha, y una de las cosas que se le ocurrió
fue ponerle un nombre. A nosotros, machotes todos a pesar de estar en la
H-10, nos hizo gracia que una mujer nos fuera a dar reglazos.
El feliz nombre se le ocurrió a un tal Antonio, que al poco tuvo el
dudoso honor de hacerle los estrenos, pensando como los demás que porque
fuera una mujer iba a doler menos. ¡Ja! Cuando me tocó a mí, que a pesar
de ser el segundo de la clase no tardé mucho en estrenarme, no había
comparación con la potencia de don Calixto: Eran exactamente iguales. Si
el año antes, en tercero, fueron las reglas para una buena confesión, en
aquel de cuarto me aprendí de carrerilla los tiempos verbales con aquel
compás dos por dos que no se saltan las rebajas: dos reglazos, dos
parriba, dos pabajo y media hora la mano ardiendo. Hombre, uno ya no
lloraba, porque se iba haciendo grandito, pero yas, cómo escardaba
aquello, cristiano.
Catalina, que así se llamaba la bella flor, fue la primera de la clase
al año siguiente, en quinto y en la V-3, tan pronto nos sentamos todos
en el primer día, se posó la señorita sobre la mesa. Y cuando Javier
salió a la pizarra a escribir el dictado, puso “oy”. Al decirle la
maestra que se escribe “hoy”, el redomado le contestó que él ya tenía
hechos los deberes desde “ayer”, que va sin hache. Así empezamos octubre
de 1975: Unos rezando por la salud de la mano que nos guiaba, y alguno
rezando por la salud de su pobre mano.
(Posdata: El primero de aquella clase se llamaba Óscar Miranda Santana,
y en el acto de entrega de diplomas, a él doña Miriam le dio un adecuado
beso. A mí, que fui el segundo, don Juan Clemente me jincó un beso
restregado que todavía me pica. )
Por: Sergio Naranjo

viernes, 1 de julio de 2011

40 años del Movimiento Asociativo en Tamaraceite

Por: José Lezcano
No me lo han puesto nada fácil cuando me han invitado a  que hable de mi experiencia   en  la creación de las Asociaciones de Vecinos dentro de nuestro Distrito.
 No porque no quiera manifestar todas esas vivencias, (que no fueron pocas) sino porque estoy seguro que cualquiera de los componentes o fundadores de esas más de veinte asociaciones que se crearon en la década de los 70 lo harían mucho mejor y con más detalles que los que yo pueda aportar.
 A pesar de todo no puedo negarme a contar alguna de esas experiencias porque soy de los que sigo pensando que todos los vecinos estamos obligados a colaborar dentro de las asociaciones de nuestros barrios.
 Eso es lo que pasó en esa década de los 70 en que se plantó la semilla de las Asociaciones en nuestro Distrito - entonces se llamaba de San Lorenzo -  llegando a conseguir que se creara la PRIMERA AGRUPACION DE ASOCIACIONES DE ESPAÑA y que fue aprobada en Madrid el día 1 de Marzo de 1.976 con el nombre de AGRUPACION DE ASOCIACIONES DEL DISTRITO DE SAN LORENZO y que luego más tarde se erigió en Federación.
Hoy me sirve de satisfacción el estar aquí con dos patas del trípode que entiendo yo fue el motor de esas asociaciones. Don Luis García Correa y Don  Nicolás Socorro Soto. La otra persona pasó a mejor vida que fue Don Fernando Ortiz Wiot, alcalde de aquel momento.
 Ya desde 2 años antes en 1.974 un grupo de personas con inquietudes en cada uno de nuestros barrios se fueron apiñando y en lo que hoy es el Campo de Futbol de Piletas un día gritamos que "los barrios unidos jamás serían vencidos".
Pero si es de bien nacidos el ser agradecidos no puedo dejar de mencionar que esa piña se formó gracias a las inquietudes de un hombre que hoy ostenta la Presidencia de honor de la Federación y me refiero claro está a Don Luis Cristóbal García Correa.
Este hombre fue poco a poco contagiando a todos eso que yo llamaría el gusanillo vecinal y siempre nos advertía que habíamos de tener mucho cuidado porque las Asociaciones eran la perita en dulce de todos aquellos que buscaban sacar tajada.
 Su trabajo apasionado por los demás le llevó en un determinado momento a resquebrajar su salud por lo que tuvo que apartarse de su puesto como Concejal del Ayuntamiento y Delegado de nuestro Distrito, pero ya aquella semilla que él había plantado creció y estaba dando sus frutos.
 Las asociaciones pidieron entonces al Alcalde que fuera sustituido en el Distrito por Don Nicolás Socorro Soto y éste siempre nos decía:  “ yo solo soy la herramienta pero ustedes tienen que usarla. “
 Así es como comenzó por aquí la democracia pues cada semana o cada quince días las Asociaciones, se reunían para llevar a nuestro Concejal Delegado lo que pensamos que era lo prioritario en aquel momento y acudiendo siempre a los que con más urgencia necesitaban de esas obras. Muchas de las Asociaciones renunciaban  a sus necesidades para que se atendieran otras con más urgencia.
Si fuéramos a seguir no tendría con un libro para comunicar todo aquello que viví pero que de una manera más fructífera APRENDÍ  de los demás.Ahora creo que debo callar para que todos puedan participar. A todos los vecinos gracias por lo que me  enseñaron.

Por: Pepe Lezcano "Primer Presidente de la Agrupación de Asociaciones del Distrito San Lorenzo"