miércoles, 27 de noviembre de 2013

El antiguo campo de fútbol Juan Guedes



Hoy quiero compartir con ustedes una imagen para la historia gentileza de Teófilo Yanad, hijo del conocido en los ambientes futboleros "Folito" y el que fuera guardián del CEIP Valencia. Se puede apreciar una panorámica  del antiguo campo de fútbol "Juan Guedes", a mediados de los 70, precisamente en este lugar donde se ha fijado la piscina municipal. En primer término estaría lo que es el polideportivo de Tamaraceite y en el campo de fútbol la piscina..

domingo, 17 de noviembre de 2013

Aquella formación del Tamaraceite de los 70



La imagen gentileza del amigo Teófilo Yanad, hijo de "Folito", que fuera entrenador de la UD Tamaraceite y guardián del CEIP Valencia, corresponde a una formación del U.D Tamaraceite de los años 70, donde los nostálgicos podrán ver a jugadores como Pedro(portero), la pareja de centrales formada por Domínguez y Ramón, Manolín, Julio Medina, Pepito...

jueves, 31 de octubre de 2013

Una historia de "difuntos"

Por: Esteban G. Santana Cabrera
Pongo la radio y la televisión y me aturde el bombardeo de noticias sobre la huelga general, crisis, contra los recortes en educación, etc. Un sinfín de opiniones, entrevistas, reportajes, tanto radiofónicos como televisivos, en prensa escrita como digital.  Entre lectura y lectura me encontré con este artículo de opinión, cuando tenía tiempo para ello, publicado en la prensa  ARTÍCULO LA PROVINCIAl que me trasladó al pasado y me ausentó de la realidad que se vivía a mi alrededor. “Una joya enterrada en la Circunvalación”. No podía venir mejor a cuento después de leer el, valga la redundancia, cuento de Cortázar, La autopista del sur. Me apresuré a leerlo con detenimiento y en él describía lo que está ocurriendo con  nuestra ermita de san Antonio Abad, del S XVII,  y que el progreso la ha dejado “enterrada” bajo la circunvalación que rodea a la ciudad de Las Palmas de GC, rodeada de escombros y abandono.


 Me vino a la mente una anécdota que me ocurrió hace muchos años, que pasaba por allí y me dio por entrar  por una de las decenas de agujeros que la verja tenía. La puerta del edificio estaba entreabierta, muestra de que ya  hubiese estado merodeando alguien  por allí. Recuerdo que me llamaba la atención  de pequeño su construcción sin ninguna ostentación, paredes limpias y los bancos formados por troncos de palmera. El presbiterio estaba presidido por una pintura realizada en pared. No tenía pinta de ser ninguna obra de autor reconocido sino de algún artista anónimo que quiso dejar su huella en aquel hueco.


De pronto escuché un crujido que no era propio de un techo de madera sino que más bien parecía el de alguien con los huesos entumecidos por el tiempo. Pero no se veía a nadie. La luz del sol iluminaba todo el interior y no parecía haber escondido tras aquellos bancos ningún alma en pena. Andando hacia el  presbiterio me encontré con  unas cuantas tumbas de niños, de pequeño tamaño con fechas y nombres de la familia. Recordé que en el artículo que había leído por la mañana se decía que había sido un cementerio de niños. Los pelos se me pusieron de punta al darme cuenta que estaba caminando sobre ellas. Algunas se movían por el paso del tiempo.

De nuevo escuché el crujido de huesos y me aventuré a entrar en la sacristía que estaba tras el presbiterio donde los crujidos se oían cada vez con más fuerza. De pronto, asustado, como alma que lleva el diablo, pasó a mi lado como un rayo un viejo perro cazador de aspecto escuálido y descuidado. Sus huesos sonaban como cual caja de música y en aquel ambiente sordo pude escuchar incluso el retorcer de sus tripas secas por el hambre.


No salió del habitáculo, volvió la cabeza atrás como si esperase que le tirase una piedra o similar. Lo llamé con cariño para que se acercara y notó que venía en son de paz. Tardó un instante en llegar hasta mis pies buscando calor y algo de comida para acallar las tripas casi secas por el hambre. Lo acaricié y saqué un paquete de galletas que llevaba en la mochila y que devoraba desesperado.


De pronto se oyó un estruendo seco que retumbó en todo el edificio y que nos hizo salir huyendo poniendo los pies en polvorosa, porque allí seguro que no había nadie salvo el perro y yo y… ¿aquél ruido extraño? ¿y el crujido de huesos de quién era? Eso no lo sabré más porque tampoco es cuestión de contarle a nadie que “salí por patas” de un edificio  del que se supone no hay nadie y pongan en entredicho mi “hombría”.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mary Sánchez y Jesús Arencibia

 




                                                                                                                Fotografías: Armando Hernández


Jesús Arencibia, artista grancanario y tamaraceitero, uno de nuestros vecinos más ilustres, y conocidísimo a nivel internacional por ser uno de los muralistas más importantes que ha dado nuestro país, también se dedicó a otras facetas artísticas como la escultura y el diseño de trajes. Muy conocidos fueron los diseños de las primeras romerías de Teror en las que participó Tamaraceite.


A una de nuestros buques insignias de la canción como es Mary Sánchez Jesús Arencibia le diseñó varios trajes. Yeray Castellano está haciendo un trabajo recopilatorio de esta faceta del artista que grabó en un vídeo que se expondrá como uno de los actos de las Fiestas del Pino 2013.

Mary Sánchez volvió a Tamaraceite para recordar sus vivencias junto a Jesús Arencibia. 
Con motivo de la exposición Jesús Arencibia y El Pino: tradición y fervor, la voz de la isla nos cuenta como hace 60 años Néstor Álamo la trajo al estudio de Jesús Arencibia para que le diseñase el afamado traje de tomatera. 

La prensa de la época se hizo eco de lo que gustó e impactó en el público su aparación descalza, tal y como Jesús pintaba a sus personajes en sus creaciones.

La Asociación Juvenil Bentejui les invita a ver la entrevista en la exposición en las Casas Consistoriales de Teror hasta el 15 de septiembre.

domingo, 18 de agosto de 2013

De campo de fútbol a piscina





Los terrenos donde estará la futura piscina de Tamaraceite fueron en otra época, no hace mucho, el escenario de muchas mañanas y tardes de fútbol, ya que allí se ubicaba el Campo Juan Guedes. Muchas alegrías y momentos no tan buenos los que pudimos vivir durante los años en que pudimos disfrutar del buen fútbol de la UD Tamaraceite. Una infraestructura que llega como agua de mayo para muchos, sobre todo para mayores y niños, pero que sus aguas no podrán borrar lo que un día fue un punto de encuentro para el deporte del balón de nuestro pueblo de Tamaraceite. Les dejo con unas fotografía del ayer y el hoy de este lugar, desde cuando aún no estaba ni el campo de fútbol.

viernes, 9 de agosto de 2013

Los Fuegos de San Lorenzo

Por: Pedro Domínguez Herrera
Quedan horas para que los artificios, con chispas de colores, nos vuelvan a sorprender y esa nata de humo lechoso, atrapado por la luz de las farolas y la de los ventorrillos, con el olor a pólvora quemada, mezclado con el de los calamares asados nos alienten los recuerdos. Las manzanas cubiertas de caramelo rojo, los algodones de azúcar flotando pegajosos…en mismo lugar y casi de la misma forma, de aquel verano de hace varias décadas.

Hay recuerdos que quedan para siempre, que incluso los olores, los colores, los sonidos y el tacto tibio, sudoroso y fresco, se graban por una especie de embrujo. Estos sentimientos, cuando otros con en mismo tono los evocan son amables memoransas  que nos acarician el alma.

Aquella tarde noche de los fuegos, se empezaba con el baño. Solo había un reloj; un despertador a cuerda que tardaba en dar las cuatro y cuarto, que era cuando se cumplían las tres horas del almuerzo, tiempo preceptivo para que no hubiera corte de digestión. Mientras en el baño, la cocinilla de petróleo calentaba un caldero de agua para la mezcla. ¡Por fin llego la hora! Con un trozo de jabón Samba, que servía para la ropa, fregar la loza y para asearnos y el estropajo que se usaba pera la tizne de los calderos, y en baños importantes, para quitar la mancha de la tierra penetrada en la piel de los tobillos. Los estropajos eran de forma cilíndrica, empaquetados  con un papel de muy baja calidad y una tinta encarnada, que se escapaba de los contornos de las letras, que alababan el producto.  Me di el baño semanal que así era y así se usaba.

El pantalón de pana gris, una camisa a rayas y los zapatos unos mocasines negros imitación burda a cuero, que se incendiaban de calor al mínimo contacto con el sol, con unas cuadriculas tapadas con finas plantillas de cartón, que se nos clavaban. Para mas tormento, siempre los compraban con un numero menos, decían que para cuando  estiraran, no se salieran del pie. Los de cordones no tenían ese problema, se podían amarrar. La juventud que todo lo puede, soporta lo que le echen.

En el campo de fútbol, que estaba donde ahora los colegios junto a la plaza, allí con poca luz, ventorrillos de verdaderos gitanos, ruletas, cubiletes a escondidas… Había un juego que costaba a peseta; un enrejado circular con unas botellas de vino sobre una mesa. El juego era con caña de pescar, el que metía en el gollete una argolla, le daban la botella. Había un chiquillo de la Montañeta muy habilidoso que lo había intentado, casi la consigue pero se le acabó el dinero. Le dije que jugara cuatro pesetas que tenía y si ganaba vino nos lo repartíamos. Dos botellas de vino que nos dio la suerte que traguemos entre pecho y espaldas En aquella época se permitía el botellón, la venta de bebidas a menores y conducir borracho casi se aceptaba si no había accidentes. El beber y el fumar era símbolo de virilidad. ¡Si seguimos viene la resaca!…

Desde otro ángulo, que no tiene que ver con la memoria de un viejo a chiquillo, los fuegos de San Lorenzo son el acto festivo mas importante que se celebra en Las Palmas, reconocido admirado y seguido hasta en la cumbre. En todas las montañas de la isla, donde se puedan ver los fuegos, se juntan grupos de gente como luciérnagas de luz, en cualquier derrotero, con cerveza rones y asaderos Queda que felicitar a los que ahora y siempre han hecho posible este acto y que perviva en ellos la satisfacción de hacer realidad lo que tanto se quiere y nos da la vivencia de LOS FUEGOS DE SAN LORENZO.

 A LOS QUE ENTRAN EN ESTA PAGINA Y A LOS QUE LES PUEDA LLEGAR TOMO LA LICENCIA DE ANIMAR A QUE ACUDAN AL PUEBLO HERMANO DE ROMERIA  A QUEDAR PRENDADOS POR LA BELLEZA Y EL ARTIFICIO DE LA QUEMA DE FUEGOS. LOS FESTEJOS SU SUERTE E HISTORIA DE SAN LORENZO LA TOMAMOS COMO ALGO NUESTRO

domingo, 28 de julio de 2013

¿Se acuerdan del laurel de indias de El Puente?



¿Se acuerdan de aquel árbol que sorprendía a grandes y pequeños por su majestuosidad en el Puente, a la entrada de Tamaraceite? Pues sí que tiene, o mejor tenía, historia.

Juan Medina Espino, marino mercante casado con Josefa Nebot Messeguer, padre de los hermanos Medina Nebot y que vivían en El Puente, fue el que introdujo en Canarias el laurel de Indias en el siglo XIX. Los primeros ejemplares los repartió entre Gran Canaria y Tenerife procedentes de Cuba según recoge el periódico La Provincia en un artículo de Luis Roca.

En su jardín se desarrolló parte de la historia más VIP de nuestro pueblo ya que Patricia Medina, actriz que triunfó en Hollywood, venía a veranear por estos lares. "Patricia venía con sus padres y hermanos todos los años a Gran Canaria durante su niñez a pasar los veranos. Diría que hasta jovencita. Pero Ramón y Wonda siguieron viniendo todos los años, casi hasta el final". "Aquel enorme laurel de Indias de la casa de Tamaraceite donde se quedaba Patricia con las hermanas tenía inscrito en su tronco los nombres de todos los miembros de la familia con sus amoríos".

Laurel que despareció años atrás cuando cambió de dueño.Ya no está el laurel con nosotros pero sí que su historia nadie la podrá borrar. Les dejo con una imagen más de lo que fue Tamaraceite y ya no es y ese hermoso laurel al fondo.

domingo, 21 de julio de 2013

¡Aquellos torneos de fútbol de verano en Tamaraceite!

                                                                                                         Fotografías: Pepe Guerra

Los veranos de los años 50 y 60 del siglo pasado, en Tamaraceite como en cualquier otro pueblo de nuestra isla, cuando lo de ir a la playa,  al sur o a Fuerteventura era algo que no estaba de moda y cuando la radio y la televisión no había irrumpido en muchos de nuestros hogares, nuestra gente se lo pasaba muy bien, y yo diría que hasta mejor que nosotros ahora con más medios.

La gente sacaba la silla a la puerta y se reunía un buen grupo de la familia y algún agregado para hablar de lo que acontecía por aquella época, que no era poco. No había teléfono, ni internet, alguna que otra radio y ninguna televisión hasta que Macriver empezó a traerlas, pero ni falta. Se hablaba de todo, hasta de política, eso sí cuando pasaba el guindilla todo el mundo callado y a saludar.

Lo que sí que era un acontecimiento eran los torneos de verano que por estos años se celebraban en el llano de Juanito Amador, donde hoy está en Adán del Castillo. Hasta allí se acercaban grandes y chicos, hombres y mujeres para animar a aquellos equipos aficionados pero que estaban reforzados en muchas ocasiones con jugadores "cuasiprofesionales" que militaban en el Porteño o en el Rehoyano.

Los "piratas", "San Antonio", "Juventud Tamaraceite" eran algunas de las formaciones que cada verano se enfrentaban por conseguir el preciado trofeo. Incluso venían equipos de fuera lo que hacía más emocionante el torneo.

Todo se pierde en la vida dicen los mayores, y hoy en día como no inscribamos a nuestros hijos en un "campus de verano" o los veamos por la tele, de fútbol del bueno, del fútbol de verano de barrio o de pueblo, nada de nada. 


sábado, 13 de julio de 2013

Huellas tamaraceiteras en el Hollywood mítico



La delgada línea blanca que une Canarias con el gran cine clásico de Hollywood, el producido en las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado, comenzó a dibujarse en el barco en que Ramón Medina Nebot zarpó del puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria rumbo a Sevilla a principios del siglo XX. En la ciudad andaluza estudiaría Derecho. Años después llegaría a otra isla mayor, Gran Bretaña. En Liverpool sería receptor y distribuidor de fruta de las islas. Medina conocería allí a Wonda, "una inglesa tan inglesa que es increíble que se casara con un español", según señala Medina al inicio de sus memorias. El matrimonio tuvo tres niñas: Pepita (Piti), Patricia -que nació en la ciudad de Los Beatles en 1919- y Gloria. Con el tiempo se mudarían a un chalecito con establos cerca de Stanmore, a 18 kilómetros al noroeste de Londres.
Ramón Medina era el segundo de nueve hermanos, cuatro varones y cinco hembras. Solo él, Juan y Pepe Luis salieron para formarse fuera de Canarias. Pero el bohemio era Ramón, que gracias a su hermosa voz llegó a actuar como tenor en la Scala de Milán y el teatro Colón de Buenos Aires con el nombre artístico de Nevotti. Seguramente de él heredó el espíritu viajero Patricia. Y Ramón a su vez de su padre, Juan Medina Espino, marino mercante casado con Josefa Nebot Messeguer que introdujo en Canarias el laurel de Indias en el siglo XIX. Los primeros ejemplares los repartió entre Gran Canaria y Tenerife provenientes de Cuba.
Precisamente un enorme laurel de Indias presidía la casa familiar de los Medina en Tamaraceite, donde Juan Medina trasladó a su prole cuando la del barrio de Triana se les quedó pequeña. Hoy viven cientos de descendientes suyos principalmente en Gran Canaria, pero también en Tenerife. De la generación de Patricia Medina solo quedan cinco. Entre ellos, su hermana Gloria (en Inglaterra) y Estela Bravo de Laguna, la mayor, convaleciente en su casa de la calle Buenos Aires tras un paso reciente por el hospital. Tiene 103 años.
Su hija, Margarita González, ha propiciado este encuentro. A él acude su primo el odontólogo Domingo Medina, el que mejor domina el árbol genealógico familiar. "Patricia venía con sus padres y hermanos todos los años a Gran Canaria durante su niñez a pasar los veranos. Diría que hasta jovencita. Pero Ramón y Wonda siguieron viniendo todos los años, casi hasta el final". Las palabras de Domingo son corroboradas por Margarita con brillo en los ojos y una sonrisa. "Aquel enorme laurel de Indias de la casa de Tamaraceite donde se quedaba Patricia con las hermanas tenía inscrito en su tronco los nombres de todos los miembros de la familia con sus amoríos". Las cenizas de Ramón Medina reposan en el panteón familiar del cementerio de Vegueta. Una delegación de la familia, con Estela Bravo de Laguna al frente, visitó al matrimonio Cotten Medina en Los Ángeles a principios de los 80.
"Patricia, que es mi mundo"
Ciudadano Kane (Citizen Kane, Orson Welles, 1941), El cuarto mandamiento (The Magnificient Ambersons, Orson Welles, 1942), La sombra de una duda (Shadow of a doubt, Alfred Hitchcock, 1943), Luz que agoniza (Gaslight, George Cukor, 1944), Duelo al sol (Duel in the sun, King Vidor, 1946), El tercer hombre (The third man, Carol Reed, 1949), Niágara (Niagara, Henry Hathaway, 1953), Sed de mal (Touch of evil, Orson Welles, 1958). El nombre de Joseph Cotten está asociado a algunas de las mejores películas de la historia. Sus memorias, tituladas Autobiografía. La vanidad te llevará a alguna parte (Parsifal, Barcelona, 1992), están dedicadas a su segunda mujer.
"Para Patricia, que es mi mundo," escribe Cotten en la página que abre la mariposa de sus recuerdos. Medina y él compartieron 34 años juntos, desde su rápida boda para evitar rumores en casa del matrimonio formado por el productor de Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, Victor Fleming, 1939), David O. Selznick, y la actriz Jennifer Jones, hasta la muerte en 1994 -a los 88 años- del actor nacido en Petersburg (Virginia). Con Las Palmas de Gran Canaria, Liverpool y Londres, este pueblecito de 30.000 personas en el sureste estadounidense es la cuarta estación del tren que liga Canarias con el Hollywood más grande.
En sus memorias Joseph Cotten, que suma 132 títulos sin incluir las obras teatrales, expresa su devoción por Medina. Tras la dedicatoria se refiere a ella por primera vez en el capítulo 4 del libro, aún sin nombrarla. "Dolores del Río era la segunda mujer más hermosa del mundo. (La que ocupa el primer lugar del podio aún no ha aparecido en estas divagaciones, pero lo hará)". Patricia Medina aparece con nombre propio en el capítulo 6, cuando Cotten narra los encuentros sociales en el "Club de Yates de Palm Springs", como era conocida la propiedad del productor Darryl F. Zanuck, fundador de la 20th Century Fox. La actriz que había iniciado su carrera en Inglaterra en 1937 es señalada como una amiga de Lenore La Mont, primera esposa de Cotten. Alguien que a pesar de los esfuerzos no ha logrado evitar el divorcio de su primer marido, el también actor inglés Richard Greene, con quien se había casado en 1941. Una treintañera del grupo de mujeres que se daba con avidez al juego de la canasta en la propiedad de Zanuck.
Es en el capítulo 10 cuando Cotten narra su noviazgo y boda con Patricia Medina en la casa de los Selznick. El enlace fue diez meses después de que Lenore falleciera súbitamente en Roma por una leucemia durante el rodaje de El último atardecer (The last sunset, Robert Aldrich, 1960). Cotten se declaró a Medina a la vuelta de una escapada a San Francisco "entre Oxnard y Ventura". El falso rumor de que se habían casado durante ese viaje amenazaba con propagarse en los mentideros de Hollywood. Y aceleró la boda. Cotten tenía 55 años. Medina 41.
"Laid Back in Hollywood"
Es mérito de Tomás Van de Walle, presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, haber localizado el libro de memorias de la propia Patricia Medina. Y traerlo desde Los Ángeles. Laid Back in Hollywood, Remembering (Belle Publishing, Los Ángeles, 1998) es su título. Medina murió el 28 de abril de 2012 a los 92 años. Obituarios dedicados a ella ocuparon las principales cabeceras inglesas y españolas. En Canarias, solo el periodista tinerfeño Eduardo García Rojas lo publicó en su blog. Su muerte pasó desapercibida en Gran Canaria. Su familia lo recuerda entre resignada e indignada. En materia de cine los ciudadanos de esta isla asumen el trabajo que sus instituciones no hacen. Los políticos tienen localizados a los culpables, pero no actúan. Les siguen dejando hacer.
El encuentro con Van de Walle se produce una tarde de finales de junio en el despacho de la sociedad que preside. "El libro está escrito en un inglés casi coloquial, sin la menor pretensión literaria. No pretende justificarse ni tampoco se distancia para analizar hechos o personas. A quien más nombra en sus memorias, aparte de Joseph Cotten, es a su madre. Y en segundo lugar a sus hermanas. Dice que nació en una familia acomodada cuyo padre no trabajaba, pues tendría rentas. Define a su padre como un hombre inteligente y distinguido".
-¿Nombra Canarias en sus memorias?
-"No, solo dice que su padre era español y que hablaban ese idioma en su casa. También que su padre viajó a España y que el estallido de la Segunda Guerra Mundial hizo que fuera retenido por las autoridades españolas durante el tiempo que duró el conflicto. Del libro se desprende que Patricia se sentía indudablemente inglesa, británica. La influencia de su madre era considerable. Wonda era una dama anglosajona de clase media alta, virtuosa pianista, que en los años treinta veía el mundo desde lo que consideraba que era su centro natural, Inglaterra".
Medina, que trabajó en 92 títulos entre películas y series de televisión, era políglota y siendo ya actriz viajó varias veces a España. Por ejemplo, con Orson Welles para el rodaje de Mr. Arkadin (1955). La relación con su madre era tan intensa que a pesar de vivir en Hollywood pasaba siempre las navidades en Inglaterra. "Incluso declinó actuar en una película con John Wayne, a quien adoraba, porque el rodaje le impedía estar con su familia. Le agradaba mucho regresar a Inglaterra, pues la prensa siempre la trataba como la ´estrella que viene de Hollywood´ y eso hacía muy felices a sus hermanas".
La anécdota más sabrosa del libro en lo personal aparece cuando habla del encuentro con un director italiano durante un rodaje en aquel país a finales de los cuarenta. Por las fechas parece referirse a Luigi Zampa. "En un momento Medina le echó en cara que tratara al equipo de rodaje de forma poco caballerosa. Él contesto que no se consideraba un caballero, que él era ´comunista y artista´. Se hicieron amantes y asegura que con el director italiano aprendió ´todas las formas posibles de hacer el amor".
Llama la atención que Medina no escriba ni una sola fecha en su libro. "Bueno, tan solo una, el día de su boda con Cotten, el 20 de octubre de 1960". Patricia Medina gustaba de relacionarse con las personas importantes del mundo del cine. Tuvo amistades duraderas con David O. Selznick, Jennifer Jones, Orson Welles, David Niven, Bette Davis -con quien acudió como acompañante a un gala de los Premios Óscar-, Clark Gable, Laurence Olivier, Cary Grant, James Stewart, Gregory Peck, Fred Astaire y Rex Harrison. Los cinco primeros del círculo de amigos de su marido, quien además era muy amigo de Katherine Hepburn y Olivia de Havilland, entre otras estrellas. "Era actriz ya en Londres. Su entrada en Hollywood una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial (1945) está vinculada con el hecho de estar casada con el actor Richard Greene, que ya tenía su lugar al sol en la industria cinematográfica. Mi impresión es que el ser una chica británica de familia acomodada, educada en el exclusivo internado de Tolmers Park (en Hertfordshire, al norte de Londres), además de su belleza, le dio entrada en los ambientes más sedicentemente elegantes de la comunidad cinematográfica", remata Van de Walle.
¿Qué cuenta Medina de su propia carrera?
Afirma repetidamente que su frustración secreta fue no haber sido una actriz de comedias. Se encontró encorsetada en la llamadas películas de "capa y espada" ("swashbucklers" en inglés), a menudo haciendo papeles de "mala". Afirma que nada más llegar a Hollywood fue recibida por Louis B. Mayer, fundador de la Metro Goldwyn Mayer, quien prometió ayudarla en su carrera. Solo fueron buenas palabras. No entró en ninguna película de las buenas y eso hizo que se viera obligada a coger los papeles que vinieran. Trata de abrirse un camino después del divorcio con Richard Greene en 1951.
La vida de Medina da un giro cuando se casa con Cotten nue- ve años después de su divorcio con Greene. "Su carrera parece haber terminado desde entonces. De Cotten destaca la maravillo- sa voz que tenía, algo que, por cierto, lo relaciona con su padre. Trata de acompañarle siempre a los rodajes por todo el mundo. Siempre hace mención de la idea de estar siempre juntos, ni un día separados. Sin embargo, el libro cambia de tono cuando se dedi- ca a narrar, con profusión de datos, las enfermedades de su marido, que sufrió primero un infarto que lo dejó temporalmente mudo en 1981 y, cuando se había recuperado, un cáncer de faringe, que fue el que lo mató en 1994. Te deja con un poso de tristeza. Da pena pensar cómo fueron esos últimos 18 años de vida de Patricia Medina sin él".
Nada mejor que las palabras de Joseph Cotten para expresar el amor de la pareja. Con ellas el actor de Petersburg cierra su hermosa autobiografía. "Sigo queriendo a mi esposa apasionadamente y con todo mi ser. Que Patricia dijera adiós a una prometedora carrera cinematográfica por estar a mi lado y que no lo haya lamentado nunca expresa el amor que ella siente hacia mí. Somos personas corrientes extraordinariamente afortunadas. Lo único que puedo decir para agradecerlo es amén".
 
 

domingo, 7 de julio de 2013

Mi admiración a La Montañeta

por: Tino Torón
Hoy quiero transmitirles una imagen literal de lo que mi vista alcanza desde lo alto de “La Herradura”, sentándome afortunadamente anidado en medio de esta vegetación, lugar privilegiado, un mirador natural, lo mas bonito que existe por aquí, riqueza de nuestro entorno y que sientan y descubran este sitio del cual esperamos que lo respeten.


Desde este pedestal mi vista se recrea queriendo gozar recorriendo palmo a palmo lo que se divisa desde el Puente al Cruce de San Lorenzo, centrándome en La Montañeta, sin dejar atrás sus alrededores, dejando el sufrir de la zona comercial “ Cono Sur -Tamaraceite Sur” ya descrito en anterior artículo, contemplando las nuevas edificaciones en forma de muralla que no me dejan ver mas allá y que van desde El Puente a la subida de La Montañeta de tonalidades rosa, verdes, amarillos, ocres, destacando en el Puente la casa de Don Luis C. García Correa de Gómez con su corredor abalconado y ante sus pies una frondosa vegetación que nos hacen respirar, viendo lo arrasado que esta el resto, es el único oasis afortunado que hay por aquí, alzándose entre ellas un grupo de altas palmeras, desde aquí veo un picadero de caballos merodeando en su recinto algunos ejemplares. 

Por la rotonda y autovía fluyen coches sin parar pareciendo a lo lejos hormigas gigantes, subiendo la Carretera General de Tamaraceite a mano izquierda lo primero que se encuentra es un almacén y cerca de él una alta palmera y un drago que espero que no desaparezca, uniéndose en fila las casas que se van ensanchando colgando elegantemente en sus traseras...  SEGUIR LEYENDO

jueves, 9 de mayo de 2013

El patrimonio hidráulico de Tamaraceite también es historia


Jaime González (geógrafo).Dice el Ingeniero de Caminos Francisco Bueno Hernández en el punto Las presas del siglo XX de su artículo Las presas históricas españolas. Ingeniería y patrimonio, que «no solo las presas de cierta antigüedad son las que deben considerarse históricas. La contemporánea también es Historia. Y un buen número de presas construidas a lo largo del siglo XX pueden y deben tener tal consideración y ello por muy diversos motivos, al margen de los sociales y económicos. Algunas están reconocidas a nivel internacional y aparecen en manuales no sólo de ingeniería, sino de arte o patrimonio, en igualdad de condiciones con edificios o patrimonio industrial. Resulta paradójico que en España se conozcan y reconozcan menos que en muchos otros países.»
En este sentido, podemos decir que las presas de embalse, los pozos, las galerías, los estanques/depósitos, los canales, las tuberías, y las demás obras hidráulicas construidas durante la batalla del agua (Siglo XX), también son Historia. Y son muchas las obras hidráulicas que deben estar en la relación de Bienes de Interés Cultural con la categoría de Monumento de Ingeniería. Muchas.
En las conclusiones del artículo Construction of large dams in the Canary Islands (Construcción de grandes presas en las Islas Canarias), enviado en septiembre de 2011 al XXIV Congreso Internacional de la Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD-CIGB) - Kyoto (Japón) 2012, planteábamos que en el siglo XXI debíamos de reconocer los notorios valores históricos que tienen las grandes presas de embalse que han sido construidas en las Islas Canarias. Especialmente las presas de mampostería (de fábrica pétrea), al ser las Islas Canarias (Gran Canaria)«la última región del mundo occidental donde se emplean de forma sistemática las fábricas de mampostería para la construcción de grandes presas».
La primera etapa hidráulica en Gran Canaria fue indocta y espontánea, con un recurso –las aguas continuas– que fue derivado a través de surcos. La segunda etapa fue una transición, de los surcos al subsuelo. Insuficientes las aguas continuas superficiales, el grancanario buscó las lentas corrientes bajo los álveos y las derivó con drenes abiertos en los acarreos de los cauces o las elevó de someros pozos. Surcos, minas de barranco, pozos. Y comenzó a poner azudes en los cauces a las aguas discontinuas y derivarlas a pequeños estanques.
La tercera etapa hidráulica en Gran Canaria fue grandiosa, sorprendente, enorme, gigantesca, explosiva. Fue, en palabras de un Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, el tiempo de la minería del agua. Siglo XX.
Pero con el alumbramiento de las aguas subterráneas, obra de la iniciativa particular, también se construyeron canales y tuberías para trasvasar el agua de unas cuencas a otras, desde la cumbre y medianías hasta las fincas fabricadas en las costas incultas; estanques/depósitos, para almacenar el agua en lo alto o en el interior de las propias fincas; y grandes y pequeñas presas de embalse, para captar y/o almacenar las aguas discontinuas o subterráneas. Todo un ejemplo de esfuerzo y de lucha por el agua. Más de 7.000 obras hidráulicas. Un número muy superior a las cifras que hay en los documentos modernos.
La cuarta etapa fue la de la terminación de obras hidráulicas de mampostería ciclópea y la construcción de obras de hormigón mamposteado, de hormigón y las presas de materiales sueltos de Tirajana y Siberio. También se construyeron obras hidráulicas curiosas e interesantes en los 70 y principios de los 80, fruto de la fuerte tradición que había con la piedra (tercera etapa).
En el capítulo Presas de fábrica en España, de la grandiosa y gigantesca obra Ingeniería de Presas. Presas de fábrica, los dos autores entienden por “presas históricas” a las anteriores al siglo XIX, ya que es cuando se produce en España «la transición desde un periodo de diseño intuitivo a otro basado en los principios de la Mecánica Racional». En las Islas Canarias esta transición ocurre cuando se pasa de hacer diseños de presas intuitivas en la década de los 60 del siglo XIX al diseño y construcción de grandes presas a principios del siglo XX acordes a la Mecánica Racional.
Así, en Gran Canaria se diseñaron 7 grandes presas con perfil muy robusto en 1862 por parte del Ingeniero de Caminos Juan León y Castillo en el angosto Barranco de Tamaraceite, pero habría que esperar a la primera década del siglo XX para la tramitación de Proyectos y construcción de grandes presas con perfiles tipo de inspiración Racional (San Lorenzo, represa del Pinto, etc.)
Al no haber “presas históricas” construidas en Gran Canaria, podemos entonces reconocer el valor histórico que tienen las grandes presas de mampostería diseñadas y construidas entre 1902 y 1964. Desde la Presa de San Lorenzo, cuyo proyecto tiene fecha de octubre de 1902, a la finalización de la vieja obra de Chira en 1964, del Cabildo Insular de Gran Canaria.
Aunque la construcción de mampostería continuó hasta principios de la década de 1970, se ha escogido la fecha de 1964 no sólo por la finalización de la mayor presa de embalse construida por la Corporación Insular, sino porque Vigilancia de Presas inició su etapa en Canarias en enero de 1964. Ese año marcó un antes y un después en la construcción de grandes presas, así como en su valoración histórica. Desde las construcciones antiguas, las presas de fábrica pétrea, a las construcciones modernas, presas de Ariñez, Siberio, Tirajana, Conde y Cueva Blanca. En medio, una transición de presas de mampostería (por finalización o recrecimientos) y de hormigón mamposteado (Parralillo, Fataga, Gambuesa). Y, por supuesto, la construcción de la única presa bóveda en Canarias (Soria). Pero en Gran Canaria todas estas obras hidráulicas tienen notorios valores históricos y etnográficos, al igual que los miles de estanques, los millares de pozos, los cientos de galerías, la tupida red de conducciones (canales y tuberías), y lo demás que existe por su construcción en mi isla, Gran Canaria.
Fuente: canariasahora

lunes, 29 de abril de 2013

Don Manuel Balbuena Pedraza





Por: Pepe Juan Mujica Villegas
El pasado 27 de abril se cumplió el centenario del nacimiento de D. Manuel Balbuena Pedraza, que fue maestro de la escuela unitaria de Tamaraceite sita en la carretera general durante los años comprendidos entre 1952 y 1963, para luego ser el primer director del entonces inaugurado colegio Adán del Castillo en los primeros cursos impartidos en este Centro. Durante su estancia en Tamaraceite fue un instructor sobresaliente de una gran parte de los niños que vivieron su infancia en esa época.
El señalado día 27 tuve el honor de participar como invitado en los actos que, con motivo de dicho centenario, se realizaron en torno a su recuerdo en Fontanales, lugar donde ejerció la docencia durante diecisiete años, tiempo que precedió a su paso por aquí, en nuestro pueblo, el no menos importante número casi equivalente a tres lustros. Para todas las personas de esa época y, de un modo muy especial, para quienes fuimos niños durante esa década y media, la influencia de este hombre resultó decisiva en la realidad de aquel presente y de cara a las expectativas futuras de cada uno.
Para él se ha pedido en más de una ocasión el reconocimiento por parte de nuestras autoridades, con el propósito de que quede en el recuerdo de quienes le conocimos, así como en la presencia de todas las generaciones venideras, de su figura, de su paso con profunda huella entre los vecinos de aquel Tamaraceite, más pueblo que ahora, más necesitado de medios que ahora y con unos perfiles de analfabetismo considerables que hoy han quedado extinguidos gracias, en mucho, también a su labor.
La figura del docente ha de ser siempre reconocida y tasada sobremanera, pero en el caso de este hombre que fue mi gran maestro y el de toda mi generación entre otras, merece una consideración especial que nuestro pueblo no ha sabido darle. En Fontanales, el colegio de Primaria lleva su nombre, y en su nombre se hacen repetidos actos de recuerdo y agradecimiento como éste al que tuve la satisfacción de ser invitado para colaborar en ese día tan señalado.
En dicho acto participaron por orden de intervención las siguientes personas: don Hipólito Suárez, alcalde de la villa de Moya, don José Miguel Pérez, vicepresidente del Gobierno de Canarias, don Maximino González y el firmante de este artículo, ambos en representación de Tamaraceite, don Rafael Sosa, profesor, y la inspectora general de la Consejería de Educación, doña Constanza Falcón Castellano. También intervinieron los hijos del homenajeado, don Luis Balbuena Castellano, ex-consejero de Cultura del Gobierno de Canarias, como moderador y don José Manuel Balbuena Castellano, quien leyó una cálida semblanza de su padre.
Tamaraceite sigue estando en deuda con Manuel Balbuena Pedraza, cosa que igual sucede con la inolvidable figura de Antonio Abad Arencibia Villegas.
Invito a nuestras autoridades a que nos animen a ser agradecidos.

miércoles, 27 de marzo de 2013

La actriz de Hollywood Patricia Medina de ascendencia de Tamaraceite


PEDRO GONZÁLEZ-SOSA. La Provincia.
Andrés Padrón, el reconocido y hasta laureado coleccionista de autógrafos y fotografías de artistas de cine de todo el mundo, recibió hace unos días como regalo de un amigo una serie de inéditos y casi desconocidos fotogramas de Patricia Medina, la que fuera en otros tiempos famosa actriz protagonista de muchas películas para las que era elegida por su gran belleza y encasillada casi siempre como intérprete de mujer "exótica aventurera", que el próximo 20 de junio cumplirá 91 años en su residencia de Los Angeles aunque, al parecer, en estos momentos se encuentra internada en un hospital. Nos recordaba Padrón la ascendencia paterna grancanaria de esta artista que, aunque nacida en Inglaterra, recuerdan sus allegados muy próximos aquí residenciados que solía visitar la isla con su hermana mayor en su años juveniles hospedándose en la casa de sus abuelos en la zona de Tamaraceite.

Porque la que fuera en su tiempo famosa estrella del cine tiene todavía en Gran Canaria varios primos hermanos, algunos de los cuales son conocidos personajes de la vida social y profesional como los hermanos Rafael (Cuco) y Sixto Henríquez Medina, Estela Bravo de Laguna Medina y el doctor Fermín Martínez Medina, (que aparece en la foto con Patricia en una visita realizada a Los Angeles en 1975), por decir algunos, muchos de los cuales organizaron en los algo lejanos años de la década de los setenta y ochenta del pasado siglo algunos viajes a Hollywood para convivir con la artista recuerdos familiares entrañables y alguna que otra añoranza.
¿Y cuál es la razón de la ascendencia gancanaria de la que fuera protagonista de numerosas películas rodadas principalmente en Estados Unidos aunque también interpretó algunas en Inglaterra?. Su abuelo se llamó Juan Medina Espino, propietario de extensas fanegadas de tierra para el cultivo de plátanos y tomates en la zona de Tamaraceite y Almatriche, que casó a finales del siglo XIX con Josefa Nebot Meseguer, (hija de padres valencianos que se habían trasladado a la isla) y fruto de cuyo matrimonio nacieron tres hijos varones: Miguel, Juan y Ramón, y cinco hembras: Asunción, Rafaela, Clotilde, Mariana y Ana, que casaron en la isla de cuyos enlaces proceden los primos de la actriz.
El padre de Patricia fue Ramón Medina Nebot que aparece ingresando en 1891 en el Colegio de San Agustín junto a personajes de la vida intelectual de la isla como Luis Doreste Silva, Rafael Mesa, Néstor de la Torre, Jerónimo Megías, Bernardino Valle Gracia y poco después Alonso Quesada. Con su hermano Juan se trasladó a Sevilla para seguir el primero la carrera de medicina y él la de abogado, al tiempo que recibían la fruta enviada por su padre para la distribución en la zona andaluza. Terminados sus estudios médicos, Juan regresó a Gran Canaria donde estableció despacho y se caracterizó como personaje entrañablemente humano en el trato de sus pacientes lo que llevó a los vecinos de Tamaraceite a pedir al ayuntamiento que rotulara una calle de aquel barrio con su nombre.
Ramón Medina Nebot se trasladó a Londres para recibir igualmente la fruta de la isla donde contrajo matrimonio con la inglesa Wonda de cuyo matrimonio nacieron tres hijas; Pepita, Patricia nacida el 20 de junio de 1920, y Gloria, residiendo en la localidad de Stanmore donde, dicen sus biografías, la música era principal protagonista del ambiente familiar, no en balde su padre tenía una bella voz de tenor de forma que se dedicó también a cantar no solo en Inglaterra sino en Italia donde se le conocía en los ambientes musicales como Ramón Nebotti, y en varios países hispanoamericanos, principalmente en Cuba.
Patricia Medina casó primero en Londres en 1941 con el también actor Richard Greene del que se divorció diez años después repitiendo matrimonio con el que fuera igualmente famoso actor Joseph Cotten, del que quedó viuda en 1994. Su vinculación con las islas fue constante de forma que siempre ha mantenido contactos epistolares y telefónicos con muchos de sus primos.
Finalmente repitamos que Patricia Medina inició su carrera cinematográfica en Inglaterra en 1937 con un modesto papel al lado de David Niven y Annabella, marchando en 1947 a Estados Unidos donde desarrolló su extensa carrera profesional actuando con nombres tan famosos como Glenn Ford, Debora Kerr, Natalie Wood, Maurice Chevalier, Lana Turner, Alan Ladd, Orson Welles, James Esteward y Gene Kelly, en películas producidas por Columbia, Paramount, Wagner, Metro y la Century Fox, circunstancias que muchos grancanarios desconocíamos de una actriz estrechamente vinculada a la isla de la que, dicen sus allegados, se sentía orgullosa por la procedencia directa de su padre y el origen de su apellido.

jueves, 21 de marzo de 2013

La Montaña de San Gregorio entre bosques

Juanjo Jiménez "Formando un cuerpo de tropa compuesto de 200 infantes y 50 jinetes; y saliendo del campamento el 30 de Noviembre de 1481 con dirección á Arucas, hasta que avistó su montaña, á cuyas faldas se dilataba un ameno valle, sembrado de muchos bosquecillos; después de haber atravesado los espesos palmerales de Tamaraceite y el cerro de Tenoya. Así entró Pedro de Vera a por Doramas, "señor de aquella montaña fresca, y amena" hasta que acabó con él, en uno de los episodios claves de la Conquista de la isla. Pero este relato deja caer la pista del paisanaje entre el antiguo Real de Las Palmas, donde se asentaron los primeros castellanos, y la enorme vega que forma hasta Arucas, en la que luce con méritos propios el actual y harto alicatado Tamaraceite, una toponimia que según el Acta de Zumeta, como se recoge en la Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria, antes fue Tamaraseyte, "como uno de los distritos representados por los guayres que acudieron a pactar con Diego de Herrera a Lanzarote", o también Atamariaseid, a juicio del cronista Belnáldez. En ese entorno que dibuja el barranco de Tamaraceite-Guanarteme, las 'fotos' del siglo XVI reveladas en las crónicas coinciden en una espectacular vaguada de palmeras y densos bosques, que de alguna manera se confirma por la escasa presencia de yacimientos en el lugar.

Serán los cerros y mesetas, como en Los Dragos, Los Giles, Lomo los Frailes, Rugayo o Las Cuevas del Rey, desde donde los antiguos canarios trasiegan para colocar ganados y sacar provecho de sus recursos forestales. La selva hoy, sigue allí más viva que nunca. Selva de bloques que ha trabajado a la inversa, acosando a los bienes históricos, como ocurre en Lomo de San Gregorio, unos siglos antes un privilegiado otero de toba volcánica, cuyo material ofrecía la materia exacta para construir en su interior, antes y después de la incorporación de las islas a la corona española.

En una de estas mesetas lucía este Lomo de San Gregorio hasta que la masiva urbanización de Ciudad del Campo la sitió, dejándola invisible en la panorámica a pesar de bien de cultural y por lo tanto sujeta a unas medidas legales que incluyen, entre otras, la prohibición de edificar nada a menos de 200 metros de un yacimiento, y que hoy se reducen a una valla con escaso poder de protección.

Explicar Lomo de San Gregorio no es fácil. La permanente ocupación obliga a adivinar su uso prehispánico. El informe histórico-arqueológico del lugar, firmado por la empresa Arqueocanaria en 1995 y elaborado por los arqueólogos Consuelo Marrero y Valentín Barroso se sincera sobre este hecho, tras encontrarse con unas cuevas en las que aparecen un Peugeot 504 también del año la pera, pero de este pasado siglo, un Ford Escort, y con ellos unas viviendas en toda regla con sus fregaderos y alcobas. Cuando no cuartos de enseres desarbolados, y también cuevas para vacas o chiqueros. Cuentan en el estudio que incluso alguna de ellas, en aquél 1995, porque ahora permanecen o bien tapiadas o limpias dentro de lo que cabe, fue imposible "dibujarla convenientemente, por estar plagada de pulgas y garrapatas, pese a que fumigamos por dos veces". Corona el conjunto la minúscula ermita, hoy solo tres muros sin techo, en honor a San Gregorio, que le da nombre, y que fue construida en 1591 por Gregorio Truxillo Osorio de Vergara. Y pegado un antiguo granero. Enfrente una enorme era, con canalillos para evitar la entrada de agua a las cuevas inferiores y para llevarla a las cisternas embutidas en la toba.

Hay que irse a las giras del infatigable Sebastián Jiménez Sánchez, comisario de excavaciones en la mitad del siglo pasado para 'ver' las cuevas antes de que aparcara el Peugeot. A Jiménez le entusiasmó el lugar. Y escribe, tras la visita en 1958, sobre una de sus grandes oquedades: "A la vista de esta hermosísima cueva labrada nos viene el recuerdo de la Cueva de Cuatro Puertas, y la de Las Huesas, en el término de Telde, y la gran cueva central del espléndido conjunto de La Montañeta, en la villa de Moya, entre otras..., a la que les hemos asignado cierto destino litúrgico". El comisario continúa su relato y teoriza sobre su construcción imaginando, solo imaginando, que el complejo troglodita pudo ser retocado y mejorado "en los siglos XIII y XIV, y aún en el XV, con herramientas metálicas, azuelas y picos traídos por elementos de los pueblos invasores, principalmente los mallorquines, que durante largo tiempo mantuvieron relación con los isleños aborígenes..."
Y aquí es donde entra el 'descubrimiento' dentro de su perímetro de una de las piezas más singulares del 'presunto ajuar' prehispánico de Gran Canaria: el hacha de jadeíta, que han dado lugar a uno de los episodios más polémicos sobre la industria lítica de nuestros antiguos. Estas pulimentadas hachas, de la que supuestamente se encontaron cinco unidades, una de ellas la situada en Lomo San Gregorio, fueron presentadas por el fundador del Museo Canario, Gregorio Chil y Naranjo a los congresos de Lille, en 1874, y Nantes, al año siguiente.
A partir de ese 'hallazgo' los historiadores dieron por bueno el origen, hasta que el arqueólogo José Farrujia mandó parar en 2004.
En su elaborada tesis y de entrante concluyó que esas piezas en realidad provenían de Puerto Rico, donde existen prácticamente iguales, y que Chil pretendía con esta 'prueba' vincular a los canarios con los europeos, a pesar de que las del continente eran de distinta forma y tamaño.
Según Farrujia, Chil pretendía presentar a los canarios como una corriente de las potentes sociedades prehistóricas europeas, unos pobladores cromañones que bajarían desde Francia por África hasta poblar el Archipiélago. Todo esto a partir de un hacha, lo que da idea de la complejidad y el tiento al que obliga las cosas de historiar. El Museo Canario las retiró hasta nueva orden. Pero Lomo San Gregorio sigue allí, sitiado por edificios.
Propiedad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria languidece a pesar de sus pequeños secretos y de una plataforma volcánica llena de recovecos que con su abandono se está sustrayendo del disfrute de sus nuevos vecinos. Porque nunca un parque, estuvo mejor preparado para serlo desde hace siglos.

Fuente: La Provincia

sábado, 9 de marzo de 2013

Yo fui del Adán del Castillo


Por: Sergio Naranjo
http://www.sergionaranjo.es/
Si yo tuviera que escribir un texto como antiguo alumno del Adán del Castillo, posiblemente sería este y seguramente no lo leería en persona, ni me encontraría entre los asistentes en el momento de su lectura, pero quedaría expresado lo que al final ha sido el efecto que aquel Colegio significó en mi vida.

Fue durante la década de los Setenta, que para mayor fastidio, ahora hay que poner del pasado siglo, que yo estuve en aquel colegio, entre noviembre de 1973 y junio de 1979. Fueron los años del cambio total en España en general y en toda nuestra sociedad en particular; los años de la aplicación de la última Ley de Educación franquista, a la postre la que con pocos retoques, muerto el dictador, iba a ser la mejor que hayamos conocido; los años del final de mi infancia, de mi niñez y del comienzo de mi adolescencia. Los años de la transformación de Tamaraceite desde un Pueblo hasta un peligroso arrabal capitalino; los años en que el colegio era conocido como Nacional y por el nombre y apellidos de su inspirador; años del final de los céntimos de peseta…

Por mi parte, acudí al Adán del Castillo con lo que tenía puesto: un chiquillo difícil, agorafóbico, capaz de ofrecer bueno y malo a la vez; con todos los detalles negativos y positivos que pudieran darse. Obtuve cumplida respuesta a las enseñanzas que se impartían allí, del tipo académico y personal. Vivo representante de la realidad que lo circundaba, el colegio fue testigo del paso del tiempo; blanco, vallado, con árboles, con un terrero, con jardines, pasó a convertirse en un fortín, amarillo, sin árboles, escondido de sus alrededores en lugar del orgulloso escaparate de niños uniformados de azul y blanco, de todas las procedencias sociales, de todos los caracteres, de todos los pensamientos.

En aquellos años, y después en los Ochenta, sirviendo de base para los estudios de Radio Ecca, de donde aprendí dos cosas más, el Adán del Castillo me fue impartiendo su lección. Lección de una base académica sólida, fundamental, que hoy sólo se atisba en algunos, que no todos, los colegios privados y que allí era marca de la casa; lección social, con expresión de cuanto paisanaje hubiera en sus alrededores; lección profesional, por cuanto de la dedicación, buena o mala, hubiera de expresarse, allí hubo quien la representara; lección sentimental, en fin, porque no puede dejar de hablarse del Adán del Castillo sin que alguna fibra se toque.

Cuando salí de allí, me iba convencido de mi última y traumática experiencia, aquella que me habría de marcar para siempre; aquella que me hizo esconderme en el tiempo y no volver; aquella según la cual yo sólo fui un fracasado. Andando los años, dando vueltas y vaivenes, he ido a dar otra vez con el colegio. Ahora se llama simplemente El Adán. Ahora veo que no dispongo de pomposos títulos; que las chiquilladas, chiquilladas son; que cada cual ha seguido su rumbo; y que al fin y al cabo no me ha ido muy mal: tengo unas sólidas convicciones sociales, puedo retar a cualquier licenciado a que escriba como yo, a que lea como yo, a que se interese por cosas como las que me interesen a mí. Puedo pasar como el mejor educado, como quien mejor se comporta.

En la calle del olvido se pierden malos ratos, peleas, miserias, mala gente, ruindad.

En la Avenida de la Vida figura, con nombre propio, un Colegio.

Y del colegio, la lección, aprendida, de saber que yo fui un alumno del Adán del Castillo.

martes, 22 de enero de 2013

Don Benito Pérez Galdós y los bizcochos lustrados de Tamaraceite


Dentro de las fiestas de San Antonio Abad del barrio de Tamaraceite, en Las Palmas de Gran Canaria, el pasado domingo tuvo lugar la bendición de los bizcochos lustrados. Pero ¿sabían ustedes que hasta la casa de Pérez Galdós en Madrid llegaban puntualmente estos famosos dulces, así como otros muchos productos canarios?. Con él vivían, en torno a 1912, dos de sus hermanas, Carmen y Concha, que también habían fijado su residencia en la capital.  Hoy vamos a colarnos en la despensa de don Benito de la mano de Ambrosio Hurtado de Mendoza Sáenz, nieto de su hermana Carmen, que, con sus propios recuerdos y testimonios familiares, presentó una comunicación en el I Congreso Internacional Galdosiano, que tituló"Don Benito Pérez Galdós jamás olvidó su tierra natal", de la que extraemos la siguiente cita:

« De Las Palmas le enviaban todos aquellos productos de la cocina canaria que entonces podían desplazarse a Madrid, con los medios de transporte utilizables, sin llegar hechos una porquería, dentro de cajas de galletas herméticamente soldadas. En la despensa de la casa de don Benito no faltaban nunca las rapaduras isleñas en sus variedades de huevo, azúcar, café o achocolatadas; el gofio de millo, los bizcochos lustrados de Tamaraceite, los higos pasados herreños, el millo molido en forma adecuada para preparar el frangollo, morcillas viejas, secas; almendras de Santa Lucía de Tirajana, para preparar toda la gama de dulces canarios a base de ellas; los quesos 'curados' y picones como papel de lija, carne de cerdo salada, etc., etc.
Las hermanas de don Benito, me decía mi madre, sobre todo mamá Carmen, o sea mi abuela paterna, a base de estos ingredientes puramente isleños preparaban platos y postres típicos de la cocina isleña, que don Benito comía con sumo gusto.

La primera vez que mi madre [era madrileña] se tropezó con la morcilla canaria frita, para ser servida con arroz blanco y salsa de tomate, se quedó asombrada y no pudo evitar que lanzara una agresiva pregunta:
 - ¿Qué clase de chorizos negros son esos?

Pero su agresiva pregunta debió incluso ir acompañada de un irreprimible gesto de repulsa, porque don Benito, inmediatamente, complaciente y bondadoso, le aclaró:

- No, Elisita, no dejes de comer estas morcillas de mi tierra, porque verás que son riquísimas y no te arrepentirás de haberlas comido...».

Fuente: Casa Museo Pérez galdós

domingo, 13 de enero de 2013

Pregón de las Fiestas de Tamaraceite 2013


Luis C. García Correa, pregonero de 2013, Adriana Beltrán,
presidenta de la Comisión de Fiestas y
José Manuel Cabrera, pregonero del 2012


Subir a este estrado, para pregonar nuestras fiestas Patronales, es una demostración que soy un servidor de ustedes.Me he pasado mi vida queriendo ser un servidor de la comunidad. Gracias por permitirme serlo y hacer este pregón  para ustedes y visitantes.
Gracias también por todos los que se han quedado para acompañarnos.
 
Luis García Correa
pregonero de Tamaraceite 2013
Y ahora debo comenzar por agradecer, y de la forma más efusiva, que repito, ese honor que se me ha concedido de pregonar las Fiestas de San Antonio Abad, de nuestro querido pueblo de Tamaraceite, que coinciden con el gran acontecimiento del 75 aniversario de la creación de nuestra Parroquia.
Este honor me lo ha concedido la Comisión de Fiestas, maravillosamente representada  por su presidenta,  la Srta. Adriana Beltrán, con esa mayoría de jóvenes solidarias, ayudada por alguien que tanto quiere al pueblo de Tamaraceite, como lo ha demostrado durante años, doña Conchi Moreno.
Gracias y que Padre Dios les bendiga, y agradecerles el Padre Nuestro que me rezaron para que este pregón sea lo que pretende.
¿Y qué pretende este pregón y este pregonero?
Primero, insistir que celebramos el 75 aniversario, de la creación de Nuestra Parroquia.
Fue allá por el año de 1937, el 8 de diciembre, -Día de la Inmaculada Concepción-, que el recién llegado y famoso Señor Obispo, Monseñor Antonio Pildaín y Zapian, firmó el decreto de creación de nuestra Parroquia junto con la de Nuestra Señora de la Encarnación de Tenoya.
Párrocos que han sido curas de almas, haciendo aportes de enorme valor.
¿Cuántos bautizos, bodas, defunciones, confesiones, ayudas de todo tipo hemos recibido? Incontables. Han cuidado de nuestra salud corporal y la del alma. Ayudas a la vida y a la muerte. ¿Qué más se puede hacer y cómo agradecer tanto trabajo y tanto bien?
Podríamos también relatar las muchas anécdotas que se han tenido con los monaguillos a lo largo de estos 75 años, y algunos de prestigio como lo es nuestro querido y admirado amigo José Lezcano Guerra, con quien siempre estaremos en deuda.
No podemos olvidar las distintas formas del altar principal, y hoy el maravilloso e impresionante mural que nos dejó Jesús Arencibia.
Toda esta historia hay que pregonarla a los cuatro vientos, intentando manifestar el eterno agradecimiento de un pueblo a su Parroquia y a sus párrocos.
Seamos un ejemplo para los que nos visiten en esas fiestas, porque  somos un pueblo solidario y queremos seguir siéndolo.
Devolver bien por el bien recibido. Es nuestra deuda, y no sé otra manera de ir pagando lo debido: salvo la de cuidar de nuestra Iglesia, a nuestro párroco, y seguir queriéndonos como hermanos.
Hemos sido un pueblo y lo queremos seguir siendo.
Que sepan quienes nos visitan que estamos abiertos a todos, para juntos compartir las dichas de la ilusión y de la alegría. Que nadie se encuentre o se sienta solo.
«Que se viven tres días, uno para trabajar, otro para la diversión, y el otro dedicarlo a pedir perdón».
Seguro que juntos lo pasaremos mejor. Vengan y lo comprobarán. Por ello insisto en anunciar, proclamar y pregonar las fiestas conmemorativas del Nuestro Patrono San Antonio Abad.
¿De quiénes son esas fiestas?   De un pueblo, del gran pueblo de Tamaraceite.
¿Quiénes las organizan?    Las organizan todo un fantástico grupo de vecinos, que nos representan con una gran dignidad a los tamaraceiteros.
¿Quiénes somos?   Los nacidos o los que estamos viviendo desde hace muchos años, -como es mi menda-, al igual que todos los últimamente incorporados a este impresionante y bello valle de Tamaraceite.
¿Cómo vamos a celebrarlo?
Dando y regalando la alegría, que este pueblo ha tenido a lo largo de los siglos, y sigue teniendo.
Somos un pueblo honesto. Nuestro comportamiento ha sido de suma laboriosidad, de lo que estamos muy orgullosos, porque nos lo hemos ganado a pulso. Siempre hemos sido solidarios y buenos vecinos.
El mal ajeno era nuestro, y el nuestro lo compartíamos con los buenos vecinos y se reducía a la mitad o a casi nada.
Si en algo se ha destacado este pueblo es por el amor al prójimo, no con palabras sino con hechos.
Eso es lo que ofrecemos: amor, educación, trabajo, honestidad y gozar de la libertad, y todo lo ofrecemos con alegría, que la queremos compartir, para que sean aún mayor.
Estas creencias y vivencias queremos compartirlas con quienes nos rodean, y con quienes nos vienen acompañar, para en unión festejar la festividad de Nuestro Santo Patrono San Antonio Abad de Tamaraceite.
Queremos compartir nuestra alegría con los visitantes, así seremos auténticamente felices. Lo podemos hacer porque somos un pueblo libre, que va hacia delante, con una juventud de esplendor, de armonía y valores, que camina hacia el futuro. Un brillante futuro que se ganará con honestidad, laboriosidad y hermandad.
Después de Padre Dios, están la familia, los amigos, los vecinos, la comunidad y todo con libertad.
Queremos reunirnos para gozar de ser felices y compartir, que eso es la felicidad: compartir.
¿Cómo queremos compartir la felicidad? 
Dando y entregando, con hechos, aquello que tenemos: vean el programa y se convencerán y compruébenlo después.
Son estas fiestas Patronales, y los 75 años de la Parroquia, la gran ocasión para demostrarlo y gozarlo.
Queremos seguir siendo un pueblo, aun dentro de nuestra ciudad.    
Al decir pueblo nos referimos a continuar teniendo las virtudes de la convivencia: esa preocupación por el problema ajeno, el del vecino o familiar. Queremos seguir siendo solidarios y no aislados en medio de los demás. Querernos y gozar de la amistad y la vecindad.
Queremos seguir teniendo y viviendo nuestras tradiciones solidarias y educadas.   
Queremos seguir enterándonos de la salud de la vecina y del vecino. Que son mis compañeros de toda la vida. Máxime con la experiencia que ya tenemos, los 75 años de nuestra Parroquia, aunque como pueblo somos centenarios.
Este maravilloso valle de Atamaracit, tiene sus raíces en el poblado aborigen. Somos un pueblo viejo, y nos enorgullecemos de ello.
Este valle se viste de gala, y su Parroquia y su Iglesia -lugar de encuentro personal y con Dios- se suma a colaborar en lo que puede: ofrecer la Iglesia para rezar.
Compartir que es repartir, y repartiendo le toca a todos. A usted, al vecino, al amigo y al visitante.
Queremos que sepan que seguiremos siendo los mismos después de estas fiestas, siempre les estaremos esperando.
Somos un pueblo que ha sido, es y quiere ser consecuentes con sus creencias y con sus valores, y de ellos nacen las vivencias de amor a los demás como a nosotros mismos.
Les queremos porque somos un pueblo honesto y participativo.
Rogamos a San Antonio Abad, -que bendice todo-, nos bendiga también a nosotros junto con los que nos acompañan en estos festejos.
Nos dé la plena felicidad y la plena libertad, para no sólo compartir las alegrías, también compartir los problemas.
 Así podremos arreglar  los graves temas de hoy, y los de mañana, porque la única solución es el compartir la honestidad de la mayoría con la participación y la unión, y habremos fortalecido la necesidad que nos tenemos de unos y otros, y la habremos realizado con amor.
Así brillará la luz de la solidaridad, y Tamaraceite será el faro que ilumine al visitante que nos acompaña como a mí y al vecino.
Por todo ello les aconsejamos y rogamos, no dejen de venir y compartamos lo bueno que tenemos, porque lo malo lo habremos resuelto o anulado.
Somos un pueblo agradecido que camina por el sendero luminoso de la libertad y queremos ser consecuentes queriendo y agradeciendo el bien recibido, y lo hacemos con estas palabras y con los hechos diarios de apoyo a nuestra Parroquia, y de ayuda a nuestros vecinos.
No queremos la felicidad sólo para nosotros, la queremos compartir.
¿Qué queremos?
Unas fiestas animadas, pues tenemos lo que corresponde: gente nueva con gran alegría, entusiasmo y pasión.
¿Qué necesitamos?
Mucha gente para juntos alegrarnos dándonos la bendición, porque jóvenes hoy administran la gestión.
Que estamos en fiestas y las hacemos con el corazón, llenas están de amor, para que las gocemos hoy, mañana y sean siempre plenas de alegría y pasión. Estamos en fiestas, es la gran ocasión de compartir sentimientos, alegría e ilusión. Para juntos revivir los valores de la honestidad y de la participación.
Estamos en fiestas que es la gran ocasión.
Que viva San Antonio Abad, sus parroquianos, vecinos y visitantes, y viviremos momentos de plena felicidad y amor.
Que Padre Dios y la Santísima Virgen nos acompañe e ilumine, dándonos la dicha de festejar a San Antonio, juntos y con gran ilusión.
Gracias, y les deseo la plena felicidad con libertad. Les quiero con pasión.
Felices fiestas y las sean para todos, lo deseamos con amor.
Gracias don Cristóbal, Adriana, Conchi, Carmen nuestra concejal, jóvenes y quienes nos escuchan, a todos por haber contribuido, haberme oído, y por la paciencia y bondad que han tenido, lo que les agradezco de  todo corazón
Muchas gracias y felices fiestas.