jueves, 3 de agosto de 2017

Abandono del Camino Viejo de San Lorenzo

Por Esteban G. Santana Cabrera
El que la UNESCO haya declarado Reserva de la Biosfera casi al 46% de la Isla de Gran Canaria, creemos que no es casualidad. Según recoge el Patronato de Turismo de Gran Canaria en su documento Gran Canaria Activa, la red de caminos reales, históricos senderos trazados por los antiguos canarios, son más de 300 kilómetros que discurren desde las cumbres de la Isla. Algunos de estos comienzan desde la propia capital. Uno de ellos, que turísticamente no es muy conocido pero que sí es muy utilizado por los habitantes de estos lares, es el que parte de Tamaraceite por lo que llamamos el Camino Viejo de San Lorenzo, vía histórica que unía Las Palmas (fue hasta después de la anexión con el Municipio de San Lorenzo cuando comenzó a denominarse las Palmas de GC) con Gáldar pasando por  las poblaciones de Tamaraceite, San Lorenzo y Teror.

El Camino Viejo de San Lorenzo presenta en la actualidad un estado de abandono lamentable. Una vía que utilizan muchos vecinos de la zona para realizar deporte, caminar, pasear a caballo, hacer ciclismo, respirar aire puro e incluso para desplazarse desde Tamaraceite a Teror pasando por San Lorenzo, ya que el propio tramo GC 308 Tamaraceite-San Lorenzo carece de aceras para ello.

El geógrafo y amigo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Claudio Moreno Medina, recogió hace unos años en su tesis "Los caminos de Gran Canaria" que el Camino Viejo  fue hasta bien entrado el siglo XX una de las vías importantes con el norte de la isla, con San Lorenzo. Cuando se diseña el primer Plan de Carreteras a finales del S XIX, había datados  95 caminos vecinales de carácter público en la Isla, que equivalían aproximadamente a 654,5 kilómetros.

Anteriormente y con la llegada de los conquistadores castellanos, se acondicionaron los caminos aborígenes para hacer frente a las nuevas necesidades de transporte y abrir nuevas vías debido al repartimiento de tierras y aguas que tuvo lugar después de la conquista.  En el siglo XVI, las vías de comunicación cobraron una gran importancia gracias a la explotación azucarera. El nudo más significativo era el de Las Palmas, seguido del de Guía, Gáldar y Telde. Tamaraceite fue un núcleo azucarero muy importante. Según Sebastián Jiménez Sánchez, en el S XVI una reducida comunidad de vecinos, pastores y servidores de los ingenios de caña de azúcar, de los señores de Múxica y Lezcano, de Vachicio y de Rodríguez de Palenzuela, se situó en el margen izquierdo del Barranco de Tamaraceite. Este asentamiento vino motivado por varios factores: era una zona rica en tierras de cultivo y con mucho agua, así como con la existencia de abundantes palmitos para quemar el azúcar y unido a que también era una encrucijada de caminos hacia el centro y norte de la isla. En los bordes de la carretera se asentaron distintas industrias de las que algunas aún se conservan sus edificios como los ingenios que estaban situados enfrente de la iglesia de Tamaraceite

El trapiche o ingenio era un molino, en el que se usaba para moler la caña de azúcar, para así extraer su jugo. El ingenio de azúcar era una actividad industrial bastante compleja. Las labores se realizaban en estos recintos que aún se encuentran en nuestra carretera General, hechos de paredes de tapial con techos de madera. En ellos se hacía las cinco fases de la elaboración del azúcar: la extracción del jugo, el refinado, la clarificación, la evaporación y la cristalización. El molino estaba compuesto por una gran rueda movida por un animal o por agua a presión. El azúcar pasaba por tres casas: "la casa de las calderas", luego se pasaba a "la casa de refinar" donde el azúcar se volvía a cocer para solidificarla, para luego pasarla a "la casa de purgar", donde se cristalizaba finalmente. El cultivo de la caña de azúcar hasta el S.XIX hizo aparecer estas pequeñas industrias, trapiches, para la elaboración de azúcar y que se mantuvieron hasta el pasado siglo en que se implanta el boom del plátano.



Hasta mediados del siglo XIX no comenzaron a aparecer los nuevos medios de transporte y a construirse las primeras carreteras, concretamente, hasta 1860 no surgió el primer plan de carreteras de la isla de Gran Canaria, que sepultó buena parte del camino que venía desde Las Palmas, conservándose este tramo, el Camino Viejo, que pasaba y pasa entre fincas y estanques.

En los últimos tiempos se ha perdido una parte del Camino Viejo con las obras de la zona comercial Tamaraceite Sur, pero a la vez se acometpor la anterior corporación las “obras de recuperación” del resto del trazado, desde la Casa Pico hasta San Lorenzo, con un presupuesto de 181.469,72 euros, que pretendía no solo se recuperara el Camino Viejo de San Lorenzo para el uso y disfrute de los vecinos, sino que se en el futuro se creara un espacio didáctico de la flora, entre las que se encuentran palmeras, tabaibas, tarahales, dragos, tuneras, pitas, barrilla para los centros educativos de la zona. Dicen algunos "que más vale eso que nada" y otros que "mal de muchos consuelo de tontos". Al final esta inversión que realizó el Ayuntamiento de Las palmas de GC con dinero del Cabildo de Gran Canaria no ha servido de nada por varios motivos: no se ha realizado mantenimiento alguno y por otro lado no se han realizado las siguientes fases del proyecto que se presentó en su momento en la Junta de Distrito y que fue aprobado por unanimidad por todos los partidos con representación.


Muchos seguimos creyendo que es posible que en nuestro distrito exista un Aula de la Naturaleza para el uso y disfrute de grandes y pequeños aprovechando el camino Viejo de San Lorenzo y sus alrededores. Esperemos que el cemento y el asfalto no se coma lo poco que nos queda con olor a rural dentro de la ciudad.


Les dejo con el proyecto presentado en su momento PROYECTO DE RECUPERACIÓN DEL CAMINO VIEJO y del que no se ha realizado ni un 10%.