sábado, 1 de junio de 2024

Cristina Blanco una directora de premio

 
Por Esteban G. Santana Cabrera  

"La educación no es llenar un balde, sino encender un fuego." Esta frase de William Butler Yeats le viene al pelo a una docente, amiga, que este año culmina su trayectoria profesional en el IES Cairasco de Figueroa y que ha sido galardonada con el Premio Viera y Clavijo,  la mayor condecoración a la labor docente dentro de las enseñanzas no universitarias de Canarias

Cristina Blanco Sánchez ha sido una docente que ha dejado huella en Tamaraceite y en el IES Cairasco de Figueroa, donde he tenido el honor de trabajar a su lado durante varios años. Su dedicación y pasión por la enseñanza se reflejan en sus más de 40 años de servicio, destacando por su compromiso con la educación pública y la formación en valores.

Inició su carrera en 1983 y desde entonces ha dejado una huella imborrable en cada centro donde ha impartido clases. Especialmente en el IES Cairasco de Figueroa, donde ha estado desde 1999, cuando se incorporó como docente de Geografía e Historia. Durante su trayectoria en este centro, desempeñó el cargo de Vicedirectora durante ocho años y, posteriormente, asumió la Dirección durante dieciséis años, demostrando una gestión ejemplar y una visión innovadora.

Desde sus primeros años en Tamaraceite, Cristina no solo se ha dedicado a la educación dentro de las
aulas, sino que ha sido una mujer comprometida con el barrio. Su compromiso con Tamaraceite ha sido notable, implicándose activamente en proyectos comunitarios y estableciendo una conexión sólida entre la escuela y el entorno. Ha trabajado incansablemente para que el IES Cairasco de Figueroa no solo sea un centro educativo, sino también un punto de encuentro y desarrollo para el alumnado del barrio, donde se pudiera formar no solo académicamente sino como personas.

Cristina promovió la creación de Comisiones de Igualdad, Mediación y Convivencia, mejorando el clima escolar y fomentando valores no solo entre el alumnado sino entre las familias,  fortaleciendo los lazos sociales y promoviendo una convivencia armoniosa.

Con ella inicié el proyecto "Ondas por la Solidaridad", un taller de radio, que coordinó tras mi marcha del centro, y no solo proporcionó una plataforma para que el alumnado expresara sus ideas, sino que también conectó al barrio con temas de relevancia social, cultural y educativa.

Como Coordinadora de prácticas, ha guiado a muchos docentes, impartiendo su sabiduría y experiencia a las nuevas generaciones de profesores. Cristina ha defendido siempre la importancia de una educación pública de calidad, abogando por la formación integral del alumnado y la inclusión de valores fundamentales en el currículo educativo.

Cristina Blanco no solo ha sido una líder en la gestión de uno de los centros con más alumnado de Canarias, sino también una inspiración para todos nosotros. Su capacidad para crear un ambiente de trabajo colaborativo y su dedicación a la mejora constante del centro han sido esenciales para el éxito del IES Cairasco de Figueroa. Su enfoque en la inclusión y la equidad ha garantizado que todos los jóvenes de este barrio humilde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, tenga las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal que cualquier otro de la ciudad.

Su legado en el IES Cairasco de Figueroa perdurará, y su defensa por la enseñanza pública es un faro para futuras generaciones de educadores. Cristina ha demostrado que con esfuerzo y colaboración, se pueden lograr grandes avances en la educación. Su ilusión y entrega en su labor diaria han sido contagiosas, motivando a sus compañeros y alumnos a dar lo mejor de sí mismos.

La influencia de Cristina en Tamaraceite va más allá de su rol como directora; ha sido una líder
comunitaria que ha trabajado incansablemente para mejorar la vida de los jóvenes del barrio y sus familias. Su capacidad para involucrar a la comunidad en la vida escolar ha creado un ambiente de apoyo y colaboración que ha beneficiado a todos. Al final de su carrera, Cristina se jubilará dejando tras de sí un legado de compromiso, dedicación y amor por la educación.

Cristina Blanco Sánchez ha sido, sin duda, una maestra que ha encendido innumerables fuegos en las mentes y corazones de aquellos que tuvimos la suerte de aprender y trabajar con ella. Su legado perdurará, no solo en las aulas del IES Cairasco de Figueroa, sino en todo el barrio de Tamaraceite, que se ha visto  enriquecido por su presencia y su incansable labor.

Gracias Cristina por ser modelo, amiga, compañera, maestra,...pero sobre todo buena persona. Felicidades por ese galardón merecidísimo y gracias en nombre de mi barrio, Tamaraceite, por tanto. 

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