domingo, 4 de octubre de 2020

Adiós Francisco, adiós Obispo


En 
estos días la Iglesia de Canarias despidió al que fuera nuestro pastor durante quince años, el Obispo Francisco Cases Andreu. El papa Francisco aceptó su renuncia al gobierno pastoral de esta diócesis el 6 de julio de 2020, pero continuó al frente como administrador apostólico hasta ayer en que ya entró
oficialmente el nuevo obispo José Mazuelo.

 Los diocesanos estamos tristes por un lado y contentos por el otro. Por un lado la tristeza nos embarga porque el obispo Francisco en poco tiempo se convirtió en un canario más. Trataba de conocer todas las realidades y hacerse uno con todos, personas, parroquias, movimientos y pastorales. Pero por otro lado estamos contentos porque hemos tenido a un obispo bueno durante quince años y que permanecerá en nuestros corazones por siempre.

No lo tuvo fácil al comienzo ya que venía a sustituir a Ramón Echarren, que en palabras del teólogo Agustín Cabrera, se situaba en el corazón de la renovación teológica y eclesial-pastoral, científico-social y ética que promovió el pensamiento/filosofía y las ciencias sociales o humanas, la teología contemporánea y el Concilio Vaticano II.

Francisco, aunque fue nombrado un 26 de noviembre de 2005, no fue hasta el 27 de enero de 2006 cuando tomó posesión. Lo recuerdo con especial cariño porque realicé los comentarios para RTVE Canarias junto a Martín Ramos y al compañero Javi González Castellar, lo viví desde dentro, y les confieso que con especial emoción. Un aprecio que se fue acentuando a medida que lo fui conociendo a través de las entrevistas que le realizaba para Radio Tamaraceite emisora diocesana y por los encuentros que la radio nos brindaba, ya fuera desde la Fundación hasta en los momentos de celebraciones y otros más informales.

Nuestro Obispo será recordado por su cercanía al pueblo, estando presente en todos los acontecimientos a los que se le invitaba. Con su Corolla blanco, heredado del anterior obispo, se presentaba en barrios y pueblos, en cualquier evento, misa o celebración que fuera invitado. Detrás de su rostro amable hay un hombre introvertido pero cercano, que no le pone peros a una foto y menos a un selfie. Uno de sus últimos cargos fue ser miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios desde marzo de 2020. Pero además en este tiempo estuvo en la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de 2017 a 2020. De 2005 a 2017 fue miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar. De 1996 a 2002 lo fue de Doctrina de la Fe. De 2002 a 2005 perteneció a la Comisión Episcopal del Clero y de 1993 a 2002 a la de Seminarios y universidades.

Pero muchos le conoceremos por su pasión por la radio, por su apuesta por la evangelización a través de los medios de comunicación y su enamoramiento de Radio Tamaraceite, de su proyecto parroquial, que fue creciendo hasta convertirse en una realidad diocesana, la voz de la diócesis de Canarias. Fue presidente de la Fundación Pía Tamaraceite y en esa mesa de trabajo pudimos compartir muchas horas de conversaciones por tratar de "salvar" el proyecto para que el Evangelio continuara siendo Palabra Viva a través de las ondas de la radio. Su misa de las 8:30 de la mañana era el programa más escuchado, y nunca faltaba a su cita salvo que se encontrara fuera de la isla.

Fue un obispo siempre dispuesto a escuchar. Me viene a la cabeza una alusión del Papa Francisco sobre

sábado, 22 de febrero de 2020

Miguel Martín Fernández de la Torre dejó su huella en Tamaraceite

Miguel Martín Fernández de la Torre fue una de las figuras fundamentales de la arquitectura española del movimiento moderno con una intensa producción en las Islas Canarias. En 1965 Jesús Arencibia, ilustre artista de Tamaraceite encargó el diseño de un edificio en un solar de su propiedad a este insigne arquitecto, hermano de Néstor Martín Fernández de la Torre.  
Este edificio en su momento propiedad del pintor Jesús Arencibia, de tres plantas, situado en la calle Doctor Medina Nebot y la Carretera del Norte C-813 en Tamaraceite, estaba alojado el Estudio Fotográfico Paco Vargas y la Heladería de Verdú. Situada en el centro social y cultural del Tamaraceite de los años 60, enfrente del antiguo Ayuntamiento de San Lorenzo y por la Calle Doctor Medina Nebot enfrente del Cine Galdós. 
El inmueble propiedad de los herederos de Jesús Arencibia se encuentra actualmente en estado de semiabandono. 
La familia de Miguel Martín-Fernández de la Torre donó el extenso archivo del arquitecto a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que lo ha digitalizado y abierto a su consulta a través de la web y donde se pueden consultar los planos de este popular e histórico edificio de Tamaraceite.